top of page

SÍGUENOS

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
  • descarga (1)

POSTS RECIENTES: 

Shahd Zaroor: "No podíamos respirar"

  • Mar Jiménez, Barcelona
  • 20 abr 2016
  • 6 Min. de lectura

Shahd Zaroor es una joven siria estudiante de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Catalunya. Zaroor nació y vivió en Homs hasta hace dos años, cuando se fue con su familia de vacaciones y no pudo volver a su hogar debido a la guerra que azota Siria desde hace cinco años. Ahora, con 23 años, debe rehacer su vida, pero sin perder la esperanza de poder volver a su casa.



Shahd Zaroor. Por Mar Jiménez.

¿Cuánto tiempo llevas en Barcelona?

Llevo dos años y seis o siete meses… Desde septiembre del 2013.


Estabais aquí de vacaciones pero no pudisteis volver a Siria, ¿cómo te enteraste?

Por los medios de comunicación. La situación estaba mal, especialmente en mi ciudad y donde vivía fue la zona más asediada, la gente no podía entrar y salir como antes. Era un poco más difícil… volver y tener que empezar y vivir debajo de los bombardeos… Porque como salimos de los bombardeos estuvimos aquí tres meses con una vida normal, como la de los demás, y era un poco difícil poder volver otra vez.


¿Qué es lo primero que pensaste al enterarte que tenías que quedarte aquí?

Fue lo más difícil, pensé que si nos quedábamos aquí, ya no podríamos volver. Nunca. Era un desastre pensar que ya no puedes volver a tu país, a tu tierra, a tu gente, a los amigos, al ambiente de donde vivías… es muy duro. Sientes que estás en medio del desierto sin nadie, en un país nuevo… Eso es lo que pensé desde el principio, que si íbamos a quedarnos aquí, nunca íbamos a poder volver y había que empezar de nuevo otra vida aquí. Si no podíamos volver, tampoco podíamos quedarnos aquí sin hacer nada (es otro muerto); la vida tiene que seguir, no puedes quedarte aquí de brazos cruzados sin hacer nada.


¿Te costó aceptar que no podías volver a casa?

Mucho. Mucho, mucho. Y hasta hace poco… En los primeros días del segundo curso en mi facultad fue cuando empecé a acostumbrarme, pensaba: esto tiene que ser mi nuevo país, tengo que sentirme cómoda aquí con otra gente. No pensar mucho más en lo que vivía antes y pensar más en el futuro. Así que hace poco, no hace mucho.


¿Y a tu familia?

Sí, mucho. Muchísimo. A todos. Y mi madre dice “cuando volvamos a nuestro país”… mi madre aún tiene en mente volver. Pero no creo que lo podamos conseguir pronto.


¿Cómo vives la situación desde aquí, lejos de tu casa?

No lo sé… Siento que hay gritos en mi garganta y tengo que gritar, pero no puedo. Es como estar dentro de una habitación muy pequeña donde tú estás en medio y no puedes salir, no puedes hacer nada…


¿Impotencia?

Sí. Impotente. Y además cuando escuchas que alguien de tu familia o amigos le ha pasado algo, o está herido o se ha muerto, aún más. Quieres matarte por no poder hacer algo.


"Siento que hay gritos en mi garganta y tengo que gritar pero no puedo"

¿Cómo crees que acabará la situación en Siria?

No lo sé, no tengo ni idea. La situación es cada día más complicada y cada día surgen cosas nuevas. De los otros países cada uno tiene su propio interés en la zona y quieren resolver sus intereses en nuestra zona y aún hay más guerra, ellos hacen negocios con la guerra.

Soy muy pesimista con la situación, al contrario de mi madre, que como quiere volver…

Espero que todo se solucione muy pronto.


Cuando ibas a las manifestaciones de la revolución sabías que te jugabas la vida, ¿qué te empujaba a seguir yendo?

Reclamar nuestros derechos como no poder hablar… en mi país si quieres criticar al gobierno, te matan. Hay gente que murió por criticar al presidente o por insultarlo, los han matado y torturado en las cárceles y eso no puede ser. Debemos tener democracia y no la tenemos. Y por los derechos de los pobres; en Siria tenemos muchos recursos, pero hay mucha gente pobre y el dinero va al gobierno. El presidente y su familia gobiernan y todo está en sus manos. Por ejemplo, las empresas telefónicas, hay dos o tres, y todas son del primo de Bashar al-Ásad. Y los centros de control tienen que estar dirigidos por algún familiar de al-Ásad, así controlan el país. No podíamos respirar, estábamos como esclavos.


¿Qué sientes cuando ves imágenes de refugiados en Idomeni o llegando en barcas a Lesbos?

No quiero decir tristeza, porque nos han forzado a salir. Siento vergüenza por los políticos europeos. No entiendo cómo gente del gobierno toma la decisión de cerrar las fronteras, ¿cómo pueden dormir por la noche? No estoy triste porque es un derecho humano: cuando te están bombardeando tienes que salir a otro país pidiendo protección y seguridad, y los demás tienen que recibirte.


¿Cuáles fueron las cosas que más te impactaron de occidente cuando empezaste a vivir aquí? ¿Te gustaría poder cambiar algo?

Esto lo digo siempre: cuando estábamos allí pensábamos que occidente eran los países de libertad, democracia y muchas cosas más, pero al llegar, hemos visto libertad y democracia, pero muy limitadas. Y no hay humanidad, hay intereses. Por ejemplo la última decisión que han tomado de cerrar las fronteras va contra los derechos humanos.

Me gustaría poder cambiar a los gobernantes, todos. Y poner algunos que piensen más en las personas.


"Somos gente que ha venido forzada, que quiere paz, volver a nuestro país, no queremos quedarnos aquí"


¿Hay algo a lo que te haya costado mucho adaptarte o te gustaría cambiar tu vida cotidiana?

Sí, la vida aquí es muy rápida. Allí hacemos lo mismo: vamos a la universidad, trabajamos… pero aquí es más rápida, no sientes los días que pasan. Llevo aquí dos años y medio y parece que llegué ayer. Es muy rápida y no me gusta nada, quiero vivir tranquila cada momento.


¿Te has sentido bien acogida?

Depende de la gente. Por ejemplo, en la universidad estoy muy bien acogida, tengo amigos de todos los años y me respetan y me apoyan siempre que lo necesito; la dirección también, pero a veces hay gente racista que solo por tener una nacionalidad diferente o por no ser europea te miran de una manera muy despectiva.


¿Sabes dónde están tu familia y tus amigos? ¿Estás en contacto con ellos?

Sí, aún estoy en contacto pero no siempre porque no siempre tienen electricidad (es que allí la electricidad es un desastre por los bombardeos). El ejército del régimen siempre está creando problemas y cuando bombardean, bombardean o a la gente o a las cosas que la gente necesita para vivir. Por ejemplo, cuando estábamos allí, estuvimos un mes y medio sin electricidad en toda la casa, era invierno y tuvimos que coger nieve y ponerla encima de la comida para que no se estropeara.

Y ahora también pasa, lanzan bombas a los centros de electricidad y sólo haz luz tres o cuatro horas al día. Además Internet es muy lento.


¿Es seguro hablar por internet?

No, no. Hablar de política nada. Además ellos no pueden escribir nada en Facebook y hay algunos que me han eliminado de Facebook porque como estoy aquí y me siento más segura, critico mucho por Facebook. Les da miedo tenerme en Facebook, pero no pasa nada, lo entiendo. Si un día los soldados te dicen que les des el móvil y ven que has hecho un “Me Gusta” a una página web revolucionaria te pueden matar.

Hay páginas de Facebook dedicadas a escribir las noticias sobre Siria. En cada barrio hay como una comisión de periodistas locales que escriben las noticias y lo que está pasando, nosotros desde allí sabemos lo que pasa.


¿Crees que se podría hacer para ayudar más de lo que se está haciendo?

No lo sé… Hablar más sobre el tema, decir la verdad, recoger a la gente que viene y ofrecerles un ambiente seguro.


¿Cómo puede ayudar la gente?

Ser más consciente de lo que está pasando, ayudar a los que llegan y hacer presión a los gobiernos para que ayuden.


Si pudieras darle un mensaje a Europa, ¿qué le dirías?

Somos gente que ha venido forzada, somos gente que quiere paz, no queremos problemas, queremos volver a nuestro país, no queremos quedarnos aquí. No sé si vale la pena decir esto pero… la mayoría somos musulmanes y lo primero que hacemos cuando vemos a alguien es decirle Salam Aleikum que significa “la paz esté contigo”, no tenemos la ideología de matar a nadie, somos pacíficos. Somos gente inteligente y queremos vivir.


¿Crees que podrás volver a Siria?

Sí, nunca pierdes la esperanza, no puedes. Es donde creciste, tienes a tu gente, tu ambiente. Tu vida.



Comments


BÚSQUEDA POR TAGS: 

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page